Santiago es compositor y Fernanda es educadora diferencial. Sus caminos se unen para realizar un taller de música a un grupo de jóvenes autistas de una pequeña escuela. Les enseñan a través de ña creación de señas, a dirigir a nueve músicos, quienes a su vez, escuchan, juegan, y dialogan con sus mundos particulares. Cada joven encuentra su propia forma de dirigir; cada músico desarrolla acuerdos con los gestos y movimientos creados.
En un gran concierto de fin de año, jóvenes y músicos demostrarán que la música es también un puente de comunicación: trabajando intercambiando y creando juntos podemos escuchar las diferencias y abrirnos a lo distinto.
Documental de la primera experiencia del taller de dirección, creación e improvisación musical a través de señas, realizado el año 2011, con niños y jóvenes de la Escuela Especial San Nectario que presentan Trastorno del Espectro Autista TEA y músicos profesionales.